La natación es una actividad física muy completa que permite trabajar al mismo tiempo la fuerza, la resistencia y la flexibilidad de nuestro cuerpo. Al desarrollarse en el agua, está especialmente recomendada para personas con problemas de movilidad, como embarazadas, enfermos de artritis, individuos con exceso de peso o que sufren alguna dolencia de espalda o cuello (lumbalgia o cervicalgia).
Especialmente en estos dos últimos casos se debe atender a una serie de consideraciones para evitar que tan saludable ejercicio sea contraproducente.
¿Qué debe saber?
Muchos especialistas recomiendan nadar para mejorar el dolor de espalda o cuello, ya que este ejercicio fortalece especialmente los músculos de ambas zonas, pero debe tener en cuenta que algunos estilos no son recomendables. Por ello es aconsejable consultar con un médico y con un monitor para saber cuáles son los estilos y ejercicios adecuados para cada dolencia.
De forma general se desaconseja nadar a braza y mariposa porque ambos estilos suponen un esfuerzo extra para la columna, pudiendo agudizar el problema existente. Sin embargo, tanto nadar a crol como espalda resulta beneficioso, ya que evitan forzar la espalda al permitir mantener su curvatura natural.
Consejos para proteger su espalda.
- Acuda a clases con un preparador profesional que le instruya sobre la forma correcta de realizar este ejercicio, de manera adaptada a tus necesidades.
- Antes de entrar en el agua realice estiramientos completos.
- Una vez en el agua, comience con ejercicios de calentamiento durante 3-5 minutos.
- Empiece a practicar de forma gradual para luego ir incrementando el tiempo de cada sesión.
- En el agua, intente mantener la posición horizontal, ya que disminuye más la presión sobre la espalda y el cuello.
- Evite realizar giros y movimientos bruscos.
- Si no se tiene una buena condición física es recomendable comenzar empleando algún material de apoyo: churro, pullboy, tablas, etc.; hasta que se fortalezca la musculatura y con ello prevenir lesiones. Consulte con su monitor otros ejercicios específicos que puedan ayudar a mejorar los problemas de espalda.